Una serie de trabajos realizados dentro de los convenios suscritos entre la Comunidad de Bardenas Reales de Navarra y la Estación Biológica de Doñana (CSIC) han dado lugar a dos publicaciones en revistas científicas de impacto: Bird Conservation International y Avian Conservation and Ecology. La investigación ha reunido a científicos del citado centro del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas y las universidades de Sevilla, Miguel Hernández (Elche) y Lisboa.
La información proporcionada por GPS y acelerómetros colocados a 35 buitres leonados adultos de Bardenas Reales y su entorno, permitió identificar 3.500 puntos donde habían comido las aves en la mitad sur de Navarra y las comunidades autónomas vecinas. Todos esos lugares de alimentación en el campo fueron visitados por el equipo de investigación. La mayoría resultaron ser lugares donde se acumulaba mucha carroña, estando normalmente asociados a grandes muladares, granjas intensivas (en su mayoría de porcino) y también a basureros. Los directores científicos de ambos trabajos, Ainara Cortés Avizanda y José Antonio Donázar, señalan que “lo más preocupante es que sólo el 9 % de los puntos de alimentación revisados contaba con autorización administrativa para el abandono de restos ganaderos”. Este hecho plantea serias preocupaciones acerca del potencial riesgo para la salud de las rapaces, porque muchas de estas fuentes de alimento están fuera de todo control sanitario y, literalmente, son comida basura.
También se investigó si el uso de esas fuentes de alimento variaba entre buitres de diferentes clases de edad (inmaduros y adultos). Para ello se utilizó una aproximación mixta basada en ciencia ciudadana (observaciones de fotógrafos naturalistas) y datos proporcionados por observaciones científicas sistematizadas. Este trabajo se encuadra además en la modificación del marco legislativo que tuvo lugar en 2014, cuando se permitió a los ganaderos el abandono controlado de carroñas en el campo en determinados supuestos, de modo que se compararon informaciones obtenidas antes y después de que se produjera ese cambio normativo.
Lola Fernández, primera autora del estudio, afirma: “Hemos descubierto que tras la introducción de la nueva normativa sanitaria europea que permitió a ganaderos eliminar los cadáveres de ganado en el campo, en lugar de incinerarlos, la proporción de inmaduros aumentó sustancialmente en toda el área de estudio, siendo particularmente más alta en vertederos y en puntos donde se aporta mucha carroña. Esto puede deberse a que son fuentes de alimento altamente predecibles, donde además evitarían competir con los adultos que acuden preferencialmente a otros recursos de mejor calidad. Ello supone un gran riesgo para la salud de los inmaduros, ya que, a pesar de tener la alimentación garantizada, tienen una alta probabilidad de contraer enfermedades, intoxicarse o llegar a estados de malnutrición debido a la baja calidad de la alimentación”.
Estos resultados en su conjunto demuestran que los buitres leonados, los principales proveedores de servicios ecosistémicos dentro de la comunidad de aves carroñeras de Bardenas Reales y de Navarra, dependen excesivamente de recursos tróficos que podrían comportar riesgos, bien por su naturaleza (explotaciones intensivas y vertederos), bien porque habitualmente se ubican en zonas muy humanizadas (donde el riesgo de accidente para las aves es mayor). Los efectos además pueden no ser homogéneos dentro de una misma población. Los autores señalan que “las normativas sanitarias que permiten el abandono controlado de carroña en el campo a disposición de los carroñeros son insuficientes, probablemente porque no se han aplicado con la misma intensidad ni a la misma vez en todas las administraciones, lo que subraya la necesidad de crear políticas que vayan más allá de las fronteras administrativas”.
Remarcan también que “para abordar la conservación de estas especies de larga vida, es necesaria información a largo plazo que permita contemplar las poblaciones como un elemento dinámico, y que asegure la preservación de los servicios ecosistémicos que proveen los carroñeros, un grupo funcional que en el futuro puede verse muy comprometido por la pérdida de la ganadería extensiva y la homogeneización de los usos humanos y del paisaje en ambientes rurales”.
ENLACES DE INTERÉS:
https://www.cambridge.org/core/journals/bird-conservation-
international/article/vultures-feeding-on-the-dark-side-current-sanitary-regulations-may-
not-be-enough/4D04D0C68725C0F30E73471A4F63E267
https://www.ace-eco.org/vol17/iss1/art23/
Fotografías tomadas en el marcaje de buitres del pasado viernes 17 de junio 2.022
Informa: Comunidad de Bardenas Reales de Navarra Fotos: CBRN