La erosión quita a las Bardenas hasta 10.000 kilos de tierra por hectárea y año

La erosión provoca que cada año las Bardenas Reales pierdan entre 5.700 y 10.000 kilos de tierra por hectárea. Este dato ha sido arrojado por un estudio realizado por el grupo de Hidrología, Riesgos y Análisis Estructural de la Universidad Pública de Navarra y financiado en parte por el Gobierno de Navarra. El análisis se ha centrado en 300 hectáreas de las Bardenas y, más concretamente, en las cabeceras, que son los saltos iniciales que generan los grandes barrancos.

Los primeros datos del estudio fueron expuestos ayer y serán ampliados hoy, con motivo del cuarto Simposio Internacional sobre Erosión en Cárcavas, que acoge la UPNA y en el que participa un centenar de investigadores de 15 países. El grupo de trabajo de la UPNA está integrado por los profesores Javier Casalí (además, vicerrector de Estudiantes y Relaciones Internacionales) y Rafael Jiménez, y Miguel Campo, alumno de doctorado y autor del análisis sobre las Bardenas. Éste se ha realizado a través de fotografías aéreas tomadas entre 1930 y 2006, y comparando la situación de las cárcavas y barrancos de hace años con la actual. Las cárcavas son canales o zanjas producidas por la erosión hídrica en zonas de materiales blandos o no consolidados y con climas áridos o semiáridos.

A partir de las fotografías, los investigadores han producido una cartografía en gran detalle que les permite ver la dinámica que siguen los cañones y barrancos. La investigación se centra en las cabeceras de los barrancos. «Desde el año 1967, tenemos una media de producción de erosión de suelo o sedimentos de 5.700 kilos por hectárea y año en cabeceras sobre suelo», detalló Miguel Campo. «Si nos vamos a cabeceras debidas a túneles o suelos dispersivos, se incrementa hasta 10.000 kilos por hectárea y año».

Javier Casalí completó la explicación. «Como consecuencia del avance de las cabeceras, hemos calculado el volumen total de suelo que se ha perdido por un determinado barranco entre 1967 y 2006, y ese volumen se ha transformado en masa y se ha dividido por toda la cuenca que aporta agua a ese barranco», añadió Casalí, para quien las cifras preliminares del estudio «son elevadas y deben ser tomadas en consideración». Según el departamento de Agricultura de Estados Unidos, en terrenos agrícolas no debe superarse la cifra de 1,1 toneladas perdidas por la erosión por hectárea y año.

Erosión desigual en Navarra

La UPNA colabora con el Gobierno foral llevando a cabo estudios sobre la erosión de suelos en cuatro cuencas agrarias experimentales de Navarra. Casalí explicó ayer que en una de ellas, situada en Villanueva de Yerri, «se dan problemas de erosión intensa», mientras que en otra ubicada en Urroz, donde el uso del suelo y la geomorfología son muy similares, la erosión ha sido mucho menor. El desgaste no es un problema en la zona norte de la comunidad, «excepto cuando se producen talas de arbolado que coinciden con periodos de lluvia intensa», apuntó Casalí.

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Informa: Diario de Navarra / 180907 Fotos: DDN

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